... Trago despechado

“Y es que ella se contorneaba a su lado mientras mojaba sus labios al son del deseo de su saliva”, es así como iniciaba la historia que vagamente recordaba, se supone que estaba despierto, conciente, se supone que sabía lo que hacía, su supone que sólo iría al bar por un trago solitario, por un trago despechado, por un poco de miseria, por un poco nostalgia. Se supone que la soledad le estaba matando, se supone que caminaba desgarbado y sin ánimo porque moría de amor, se supone que ataviaba sus días con desventurados recuerdos que merodeaban su alma.

Y es que él no vivía sin su aire, sin el camino que ella le dibujaba, no vivía sin sus ojos, sin sus labios, sin su tacto, sin su olor, no vivía sin las periferias de su absurdo y delgado cuerpo, no vivía sin el susurro nocturno que deliraba al ritmo de sus dedos.

Pues vivió para contarlo, para contar que desgarrado no podía con la culpa, que cuando sucumbía en el placer ajeno se daba cuenta que ante su ausencia también era infiel y el aire forastero no era más que monóxido para su organismo inerte. Vivió para sufrirlo, para boicotear su existencia, para derrumbar su futuro, para acostumbrarse a perderla.

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Extraño ser constante con mi blog :(

Comentarios

  1. En serio????

    Si perder algo, significa ganar otra cosa...

    Vivir para ganarla, suena con mayor esperanza...

    que aunque nunca jamás, se les ocurriera juntarse a dar unas vueltas desnudos por el infinito...

    Jamás quisieramos perder el sentir...

    que aunque nos hayamos separado por siempre, jamás olvidare esos recuerdos que me hacen sentirla tan cerca...

    aunque se fuera hacía el otro lado, y nunca llegará a saber que en realidad la extrañaré...

    sólo que se buscan las calles indicadas para no dejar de creer, que regresará en otra piel, y otro color de ojos...

    por que siempre fue una...??

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Ocurrencias y ocurrencias, para eso es esto ¿no? cuéntame...