Dulce Intimidación

Cuando ya pensaba que transitaba desapercibida por la vida, y las lunas cambiaban de forma, y las hojas del calendario volaban, ella se sentía invisible, es que todos tienen su corazoncito, pero siempre existe un escenario que arrastra a la realidad, se vuelve a recorrer el camino con los mejores tacones y el labial rojo carmesí que Holly usaba cuando desayunaba en Tifanny´s. Un sábado más común que el resto, con las menores expectativas, sólo con el ánimo banal de recorrer el mayor vestier imaginable, ella conoció la verdadera y más pícara intimidación, se confiesa culpable sin siquiera haberlo intentado, recorrió una tienda y una sonrisa le perseguía, era una sonrisa vestida de negro, ella no jugaba a las escondidas, no tenía intenciones, pero la sonrisa seguía allí, insistente, inocente, más que intimidante le parecía divertida, así ella volvía a las andadas sin planearlo de ninguna manera, quería hacerle una pregunta, nada personal realmente, quería preguntar por una oferta, sólo fue ese su propósito, pero la sonrisa no podía hablar, sus ojos brillaban, insistía la mirada pero sus labios no daban respuesta, ella sólo quería saber de la oferta, con una pícara intención de fondo , pero la oferta era muy buena, y el joven de la sonrisa no concretaba palabras que dirigirle, la observaba, se reía sonrojado, y sólo logró balbucear –Me intimidas-, la desarmó con su espontaneidad a 1 metro de distancia, con personas que no dejaban de pasar y aún así él sólo la observaba, ella no dejaba de sonreír porque la amilanó igualmente, las mejillas sofocadas la delataban y qué decir de la risa nerviosa que la hizo olvidar la oferta, la gente alrededor quedó en shock por unos segundos, les pareció divertida la escena, era muy fácil darse cuenta de lo que sucedía, luego los ignoraron, aunque con impertinencias trataban de sacarle provecho al momento, ellos seguían sin tener respuestas, algunos minutos pasaron, algunas miradas jugaban, unas rosadas mejillas seguían luciéndose y una voz insistente logró que él volviera en si, sólo para mirar y decir –si que eres linda-, sus ojos seguían brillando y ella aún sonreía mientras se alejaba con la idea de volver.


---------

Hoy llevo par de zapatos violetas en mis pies, un fin de semana muy divertido cargando en mi espalda, un ánimo más interesante y muchas ganas de que ya sea viernes para volver a despertarme tardecito [es mucho pedir???!!!]. Les dejo un beso que no se lo lleve el viento!

Comentarios

  1. Que bonita escena. Bella la vida con sus detalles. Besos para ti.

    ResponderEliminar
  2. Interesante. Bonito cuento. Me hace recordar las veces que he sido medio chismoso detallando la gente en la calle jajajaja.

    Que tengas un feliz día ;)
    Besos...

    ResponderEliminar
  3. Lo dibujé todo en mi mente, muy bonito!

    Besos de lunes!

    ResponderEliminar
  4. Y la oferta?

    Esa si es forma de captar clientes, jajajajajajajajaja.

    Besos mi chiquita! Y otro abrazo extra fuerte para ti :)

    ResponderEliminar
  5. Wait: sin detalles la vida pasaría sin pena ni gloria, igualq ue sin colores.

    Pablo: es más que un cuento jeje... muacks! te estás reivindicando!

    Rossy: besitos de lunes para los 2! muacks!

    Nany: la oferta era muy muy buena al final, pero con la condición de que ella vuelva! qué tal? eso si es forma de captar clientes!

    ResponderEliminar
  6. Los encuentros inesperados son los que llevamos esprando todo la vida...

    Un beso, o quizás dos...

    ResponderEliminar
  7. "Es más que un cuento..." mmm... más interesante aún jeje. La reinvindicación es posible siempre y cuando uno se lo proponga jajaja.

    Feliz día ;)
    Besos...

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Ocurrencias y ocurrencias, para eso es esto ¿no? cuéntame...