Pero que por qué?¿?¿?¿

¿Por qué convivir con la gente es tan increíblemente difícil? ¿Por qué la gente se malhumora de nada? ¿Por qué la ley del embudo es tan aplicable para muchos? ¿Por qué soy tan bocona? ¿Por qué salgo regañada sin necesidad? ¿Por qué la gente no puede ir por la vida con una gran sonrisa?

Admito yo no soy la mata de la felicidad todo el tiempo, de hecho puedo tener mi gran carota cuando quiero, ser bastante agridulce otros tantos, pero por lo general ni pago con la gente lo que me pasó ni reacciono con groserías sin razón, pues NO ME PARECE JUSTO que me lo hagan, hoy realmente tuve ganas de salir corriendo y no fueron pequeñas, fueron ganas injustas de llorar por sentirme ajena a una vida que, aunque todavía un poco desbaratada, estoy amarrada por un poco más de tiempo, yo trato de sonreír, trato de comprender a quien quiero y me rodea, es mucho pedir que me traten con cariño????

Por otro lado, sé y entiendo que soy una completa burra para decir las cosas, decir la verdad en muchos casos me mete en problemas, en otros tantos soy más que un balde de agua fría pero no sé si es razón para tal gritico de histeria… ¿Por qué es tan difícil convivir con la gente? ¿por qué es tan difícil entender y ser entendido? ¿por qué no me puedo quedar callada a veces?

Mi recomendación: no digan cosas que la gente no quiera escuchar. Moraleja: ¿ser hipócrita? Pues jamás, me seguirán gritando pero jamás, JAMÁS, dejaré de decir lo que pienso, no me voy a callar por caerle mejor a alguien o por encajar, esta boconcita sigue boconcita, qué se le va a hacer!!!!

Ahora me pondré a escuchar Norah Jones por lo menos dos horas seguidas para que se me bajen los humitos… y a respirar profundo!!!!

Comentarios

  1. No dejes de ser quien eres, eso es muy importante.
    Lo demás es tolerancia y criterio.
    Hay que intentar mantenerse relajado, esa es la idea ...

    ResponderEliminar
  2. He aprendido a través del tiempo que si a uno le toca decir las cosas como son, pues se dicen y punto. Trato siempre de usar el guante de seda en la misma mano en que me pongo el guante de hierro... pero no siempre abofeteo tan suave como quisiera, pero es que cuando digo una vaina lo hago porque la gente me importa o es gente querida. Si no pertenecen a esos dos grupos pues, tan simple como que se vayan al carajo.

    Si no te equivocaste en lo que dijiste y solo fuiste recontraextremadamente realista, entonces has ejercicios de diplomacia y ya. Ni te amargues. Pero hay que saber cuando hablar y cuando callar y esperar por el mejor momento, el mas oportuno, para ser de ayuda y no de estorbo.

    Esa es la regla (si es que la hay).

    un Besote y si, Norah Jones ayuda aunque yo para bajar los humos necesito dosis enteras de Enya, jajaja

    Buen termino de sabado y mejor domingo :)

    ResponderEliminar
  3. Hola viajero desde el fin del mundo, debe ser un bonito lugar, pues si, a ser quien soy ni más ni menos, ya un poco más calmada, más cabeza fría diría mi abuelita, quizá debo pensar sólo un poco en la diplomacia sin perder la esencia. Bienvenido a este blog rosa...

    Nany: lo sé, aparte fue que escribí com o muy recién la cosa y ya respiré profundo, porque esa persona me importa es qeu me afectó, pero ya pasará, no me amargo, respiro profundo y listo, aparte que Norah hace muy bien su trabajo conmigo, que linda ella relajandome cuando lo necesito jeje

    Un abrazote Nany,
    Feliz fin para ti también

    ResponderEliminar
  4. Respira, guapísima, respira. Te entiendo tanto, me pasa lo mismo. He aprendido a mandar al carajo a la gente cuando hace falta y respirar y aguantar cuando no es tan importante.

    ResponderEliminar
  5. Te iba a comentar por el hilo de la capochita... pero es que en eso soy como tu. Y un poco impulsiva (un poco bastante).

    Ten paciencia .. te entiendo! Muak ♥

    ResponderEliminar
  6. Hoy respiré y solucionados todos los inconvenientes de convivencia... con histeria de parte y parte no se soluciona nada...

    Nuevamente feliz como lombriz

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Ocurrencias y ocurrencias, para eso es esto ¿no? cuéntame...