Recordando...

Hoy desperté con recuerdos en mi cabeza, el baúl de la memoria se destapó sin remedio, cual caja de pandora, pero allí no ha quedado la esperanza, hoy pienso en mañanas, tardes y noches vividas, en miradas paralizadas entre miles de personas, hoy pienso en palabras que resuenan, en palabras mudas, en palabras escondidas, en dolores incurables y en heridas que no sanan.


Hoy se me dado por pensar que por fin te he superado, que no importa verte o recordarte por cualquier circunstancia, hoy se me dio por creer que ya no dueles, ilusa siempre, es aún peor, ya no lastimas, no te recuerdo con dolor, ahora te recuerdo con nostalgia.


Recuerdo engañarme sin remedio aunque lo negara, recuerdo engañar a todos mí alrededor para no delatarme, recuerdo encontrarte sin importar horas y lunas, recuerdo que lo imposible se desdibujaba en tu mirada. Hoy me desperté pensando en lo mucho que me hubiese dolido si las cosas hubieran alterado su orden, pero también recuerdo la última mirada que me regalaste, no hace mucho nuevamente paralizaste mi mundo, recuerdo la incomodidad y las ganas de abrazarte, nuevamente que ilusa.


Los imposibles me desbaratan, me desbaratan los sentidos, ahora sólo eres un recuerdo, no un recuerdo más, sino el recuerdo más dulce, fugaz y recurrente en mi memoria.


Hoy desperté para pensar en lo impensable, y es que no importa el pasar de los días, meses o años, no importan las hojas del calendario caídas, no importan los días superados, no importan las experiencias simultaneas, no importa que no estés, ni importa que jamás realmente estuviste, no importa en lo absoluto el dolor que perforó mi vida, no importan ni las lagrimas ni las sonrisas, sólo importa que aún mi memoria te guarda como el más preciado tesoro, que por siempre será guardado.


:(

Comentarios

  1. Alguna vez escribí sobre esto hace tiempo (aunque más en clave), sobre lo desesperante que es vivir con la certeza de que ese recuerdo que hiere siempre nos va a acompañar, ya que no se quiere olvidar porque se sigue viendo tan bonito en la distancia...

    ResponderEliminar
  2. Hace un tiempo le escribí algo parecido a alguien que también, y después de mucho tiempo, navega como un fantasma a través de los recuerdos:

    "He intentado ya escribirte una carta. Es difícil hacerlo sabiendo que nunca la leerás pero puedo, nuevamente, hacer el intento. No quiero evocar como excusa algunos recuerdos ni pretendo justificar con suposiciones mis actos pasados, por eso no me arrepiento de nada. Cuando te conocí estaba claro lo que serías para mí, simplemente lo supe al saber tu nombre, en ese momento se sello mi destino. No hubo en mi duda alguna, no sé realmente en lo que pensaste, pues el silencio siempre te caracterizó. Con tu pelo negro y tu acentuada palidez le diste toda una nueva concepción a lo que yo creía hermoso, derrumbaste con la mirada de tus ojos otras tantas barreras que coloqué, tiempo atrás, por miedo al amor. Tus manos, dos pequeños versos que jugueteaban con tu voz, silenciosa y oscura como la hora justo antes del amanecer. Tu piel suave como la arena, tibia, emana ese calor de mujer, de hembra que se sabe hermosa pero que la oculta con humildad detrás de una sonrisa, de un aliento. No creerías de todas las formas que te vi durante esos segundos, no sabes que tantos versos evoqué en busca de alguno que hiciera justicia a tu sobrenatural belleza, pero no hay verso ni poeta que haya escrito viendo desnuda a las constelaciones. No hay ojos que te vean como los míos. ¿Acaso he descubierto que mi destino es amarte? ¿Qué el único propósito de mi existencia es amarte? Realmente me gustaría saberlo. También me gustaría saber si aún piensas en mí, si aún evocas mi recuerdo. Pero sé que son muchos los días y las noches que nos separan, y que el abismo que siempre hubo entre nosotros jamás ha sido tan palpable. Pero no debería escribir esto, como no debería sentir aún el sabor de tus besos, el roce de tus labios. No creas que es grato para mí escribir estas líneas, en cada palabra escrita hay un puñado de carne magullada por incontables flechas que la hieren sin piedad ni descanso. No es fácil mantener los recuerdos intactos y al mismo tiempo querer olvidarte, no es fácil manejar el miedo de no recordarte jamás. No es fácil seguir amándote mientras los días pasan.

    El amor –como yo ahora lo veo- no tiene que ser posesivo, no puede el verdadero amor ser concebido en la restricción. Hoy, el amor que algún día atrás te ofrecí y que tú tomaste, es lo único palpable que me queda de ti. Hoy, es el amor que no tengo el único que me pertenece, lo único que no te llevaste. Ni siquiera sé si te quiera de vuelta, no sé si me decepcionaría al verte por culpa de mis versos y me excedida imaginación. Lo único que tengo en mí, tan seguro como la muerte misma, es que no importa lo que haya cambiado el mundo, solo quiero tu felicidad, solo necesito verte feliz.

    ¿Por qué escribo esto? No lo leerás. Y si lo haces, lo querrás olvidar. Pero mi intención es estar en paz con tu recuerdo, con tu fantasma. No quiero despertarme más sabiendo que soñé contigo, no quiero evocar más el veneno de tu recuerdo que tanto daño hace. ¿Dejaré de amarte? Solo pido olvidarte, pero dejarte de amar no podré pues ese es mi destino. Y amándote es el único modo en el que se vivir. Pero a través de estas palabras quiero que por última vez sepas cuales son mis sentimientos, que por última vez leas como escribe un hombre que te ama. Sin embargo, pienso que ya es tiempo de dejarte ir, pienso que, luego de tantos años es hora de estar en paz con el frío del desamor.

    No sé si leerás está carta, pero haré el intento de hacértela llegar. Victor."

    ResponderEliminar
  3. ... adolesco de memoria fotografica y ningun resquicio escapa... a veces es inevitable y asi silente en cualquiero momento cualquier dejavu me recuerda que jamas me acuerdo de olvidarle...

    saludos!

    ResponderEliminar
  4. Hemos escrito sobre esto porque alguna vez nos han atravesado el alma... hoy yo desperté recordando todo aquello que ayer, antier o en en algún momento del pasado me rodeaba, amor y dolor en un mismo paquete de regalo...

    El recuerdo es fiel porque realmente nunca se va...

    Victor: esa carta dice tanto, que costumbre de dejarme sin palabras, lo has dicho todo.

    El cuento va de recuerdos, distancias, amores, silencios, ausencias, destinos, palabras y tristezas... y soledad...

    ResponderEliminar
  5. ¿Será que estás pensando demasiado?
    ¿Cómo puedes dejar de pensar tanto?

    ¿Te suena eso del no-pensar?

    ResponderEliminar
  6. Me uno al resto de comentarios. ¿Quién no ha sentido alguna vez el dolor del recuerdo, del querer y no poder? Miras atrás e ilusa que creías no necesitarlo ya, te das cuenta que no eres capaz de tirar aquel recuerdo a la basura. Pero poco a poco aprendes a vivir con él, sin que este te lástime tanto... Un beso enorme.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Ocurrencias y ocurrencias, para eso es esto ¿no? cuéntame...