Desde casa


Desde casa veo mil cosas, el perro triste que con hambre me mira, un niño que en la distancia me muestra la misma mirada, un señor en cualquier esquina, creyente en el azar, soñador empedernido, adicto a las loterías y cliente fijo de licorería; la niña que hace el mandado de su tía y el obrero que pinta un muro grafiteado más de 15 veces de la calle de al lado. Todos viven y respiran, cuentan hasta 5, los veo recorrer el mundo a través de una ventana, veo lo que sucede, los entiendo, soy una de ellos.



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